La diferencia entre presupuestos radica en muchas variables. Las principales son los materiales utilizados y el montaje.
Herrajes
Lo mismo que ocurre con los perfiles ocurre con los herrajes. Hay cientos de marcas, pero solo unas pocos están entre las mejores por la calidad de sus productos y materiales usados y por el tiempo que llevan en el mercado.
Aunque su fabricante le diga que la ventana le va a durar toda la vida, eso no se lo puede asegurar nadie. No porque el perfil (aluminio o PVC) no vayan a resistir, sino porque el herraje es como el motor de un coche. Son las partes móviles de la ventana y por lo tanto están sujetas a roturas con el paso del tiempo.
Ningún herraje va a durar toda la vida.
Y aquí es donde entra el problema. Los proveedores de herraje, como los de cualquier otro producto innovan y cambian los modelos de herraje cada cierto tiempo.
Si ocurre que alguna pieza del herraje de su ventana de 30 años se estropea, y el proveedor del herraje ha dejado de fabricar ese herraje, su fabricante de ventanas no tendrá acceso a recambios, lo que impedirá una reparación de su ventana. Esto ocurre con cualquier sector de la economía.
Los productos cambian y se dejan de fabricar. Las empresas se crean y desaparecen y nadie puede ver el futuro y prometerle que vaya a tener recambios para sus ventanas en un futuro lejano.